lunes, 10 de octubre de 2011

El sentido de la vida

Terrence Malick, filósofo de profesión y director de vocación se ha labrado una fama difícil de discutir. Cuatro películas en más de treinta años nos muestran el arte de este autor inclasificable. Siempre comparado con la vida y obra de Stanley Kubrick por su hermética y perfeccionista manera de actuar y vivir, el profesor Malick nos presenta esta vez una clase de vida, del ser humano y de sus circunstancias.



Para repasar la lección, El árbol de la vida no utiliza el lenguaje común de los mortales. Como si nos quisieran dar la materia de geografía sonetos mediante, en esta historia no encontramos una presentación, nudo y desenlace al uso sino que se nos dificulta su visión a través de imágenes oníricas en todo el metraje ya que, aunque podemos decir que el nudo se nos muestra de una manera más terrenal también estamos ante imágenes de una belleza envolvente, al igual que lo son pero de una manera más abrumadora (no he sabido encontrar otro adjetivo más adecuado que el usado por el Sr. Boyero en su crítica), las escenas que prologan y cierran esta catequesis. Malick quiere hacernos sentir con cada una de sus imágenes la aventura de vivir y para ello parte de lo Universal para centrarse en lo nímio y de lo concreto se dirige hacia lo metafísico. 

Si bien es cierto que El árbol de la vida no consigue emocionarme en el sentido literal del verbo, sí que logra por mi parte una reflexión y una admiración ante la capacidad del autor de narrar de una manera "cuasilírica" todo aquello que nos quiere explicar. No oso hacer pública mi interpretación de las metáforas y alegoría planteadas ya que seguramente esté equivocado (aunque opino que está todo bastante claro) y, en cualquier caso, prefiero que cada espectador saque sus conclusiones pero he de decir que en ningún caso me ha decepcionado este ejercicio sensible y sensitivo.

Por supuesto, El árbol de la vida no es plato para todos los paladares, no hablo de mejores ni peores, sino de paladares distintos (servidor de ustedes gusta del melón con jamón y no soporta al Sr. Lynch). Es en ese punto donde debemos situar la obra de Malick. Como ese cuadro de pintura abstracta que, si logra alcanzar la categoría de ¿arte? es capaz de captar mi atención hasta el punto de conseguir mi admiración y alabanza. 

3 comentarios:

  1. acabo de verla yla verdad es que me pareció MAGNÍFICA..queda claro que no es una película más ni que es "ATP" ; la forma que tiene de mostrar el significado(lo que es)la vida a través de la música e imagenes no puede ser más exquisita..leí muchas críticas por demás baratas diciendo que es "malísima" "que como Brad Pitt puede ser el padre de Sean Penn" bleh...una obra de arte que te llega a lo más profundo del corazón ,en mi caso claro...Saludos

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  2. Yo solo digo que me aburrí muuuuucho en el cine, hay que saber distinguir entre película y obra abstracta, puede ser todo lo artística que queráis y evocar a todos los sentimientos que se os ocurran, pero no es una buena película.

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  3. En primer lugar gracias por leer el artículo...Yo creo que sí es una película...porque ¿qué entendemos por una película? En cualquier caso, es cine. Solo quería hacer un símil con el pintura abstracta y lo que cada uno opina sobre ese tipo de pintura. Yo no pienso que sea una obra abstracta más bien lírica, En todo caso ¿No es la poesía y la narrativa dos posibilidades de la literatura?

    Gracias otra vez!! :)

    El autor.

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